¿Está considerando ingresar al mercado francés y se pregunta qué impuestos puede tener que pagar? El impuesto de sociedades (IS) es el más común y se aplica como un porcentaje de las ganancias anuales de una empresa. Pero, ¿esto también se aplica a empresas extranjeras, especialmente aquellas sin un establecimiento en Francia?
Imposición sobre las ganancias obtenidas en Francia
En principio, una empresa extranjera está sujeta al impuesto de sociedades (IS) en Francia si realiza actividades comerciales habituales en el país. En ese caso, será gravada sobre las ganancias obtenidas en todo el territorio francés.
El factor determinante es el lugar donde opera la empresa. En teoría, las ganancias obtenidas fuera de Francia no están sujetas al impuesto de sociedades, a menos que un tratado internacional de doble imposición otorgue a Francia ciertos derechos sobre estos beneficios.
¿Cuál es la tasa del impuesto de sociedades?
Salvo disposiciones específicas, la tasa del impuesto de sociedades es del 15 % o 25 %, dependiendo del volumen de negocios y las ganancias:
- Para ganancias entre 0 € y 42.500 €:
- 15 % si la facturación de la empresa es igual o inferior a 10 millones de euros.
- 25 % si la facturación de la empresa supera los 10 millones de euros.
- Para ganancias superiores a 42.500 €: 25 %
El estatus de Empresa sin Establecimiento en Francia (ESEF)
El estatus de Empresa sin Establecimiento en Francia (ESEF) está destinado a empresas extranjeras que desean contar con empleados en Francia sin disponer de un establecimiento permanente. Este estatus ofrece varias ventajas:
- Gestión simplificada: La empresa no necesita crear una filial o sucursal, lo que reduce significativamente las obligaciones contables y administrativas. Solo debe declarar a sus empleados en Francia y pagar las cotizaciones sociales a la URSSAF (organismo encargado de recaudar las contribuciones salariales y patronales para financiar la Seguridad Social), además de ciertos impuestos (retención en la fuente para los empleados, impuesto de sociedades en algunos casos).
- Facilidad operativa: Este estatus permite a las empresas probar el mercado francés sin comprometerse demasiado rápido ni asumir demasiados riesgos. Una empresa sin establecimiento en Francia puede contratar personal, evaluar la demanda de sus productos o servicios y generar ingresos en el país sin necesidad de establecer una presencia permanente.
- Reducción de costos: Al no contar con un establecimiento permanente en Francia, las empresas extranjeras evitan ciertos gastos (honorarios notariales, trámites de registro, algunos impuestos, etc.).
El estatus ESEF es una solución atractiva para las empresas extranjeras que desean operar en Francia (principalmente en áreas como marketing, estudios de mercado o back office, sin poder de decisión) sin convertirse en residentes fiscales en el país. Permite tener presencia comercial en Francia con una gestión administrativa simplificada.
Sin embargo, es fundamental comprender bien las obligaciones relacionadas con este estatus y contar con asesoramiento profesional para evitar errores y asegurarse de que la actividad de la empresa sea compatible con este régimen.
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